Penyagolosa... Volem decidir y La Yona

Empezábamos la semana con el anhelo de visitar los Pirineos; desechamos la idea por el pronóstico de la meteo y la cabeza se nos fue hacia el sur, pero a Roy, durante esos cambios de planes, se le escapó un nombre mágico...Penyagolosa!

Penyagolosa es la montaña más alta de la Comunidad Valenciana, y que me disculpe al Alto de Barracas y sus ventipocos metros de más. Es un hito para cualquier excursionista valenciano, y un símbolo para Castellón, que, en sus faldas, deja de ser de la plana, para ser del Maestrazgo.

Los dos lo habíamos visitado, no hacía falta presentaciones, conocíamos lo bonito de su entorno. Y como dos buenos locos de la escalada que somos conocíamos muchas de sus rutas y la particularidad de la roca  por la que discurren esos trazados.

Todo lo anterior se quedó corto, los recuerdos y las expectativas se vieron superados por la realidad!! Penyagolosa nos cautivó con sus bondades. Los pinos de alta montaña que poblan la falda norte, la maravillosa aproximación pirenáica hasta la pared, las fragancias de sus plantas rupícolas, y la roca...que roca!!! Caliza de primera, salpicada al extremo de regletas, con alguna fisura excepcional para asegurarnos al gusto y con una franza rojiza con aromas al rodeno de Albarracín; pero ojo!! no todo el monte es orégano, algún tramo más endeble nos exigirá ser cariñosos, y es que no hay nada como la suavidad del amor para tratar a alguien, o a algo, querido!!

No nos andamos por la ramas, y si Mercuri nos dice el día antes que si queremos rock & roll hagamos Volem decidir para allá que vamos. La vía lleva el sello Salvadó. Sin ánimo de menospreciar a sus compis, que son todos muy buenos y muy fuertes, si una vía esta trazada por Albert Salvadó tienes muchas posibilidades de pasarlo en grande; sus vías tienen lo que nos gusta, lo que intentamos hacer cuando abrimos las nuestras, y esto es, buenas líneas por tramos predominantemente monolíticos, en las que predomine la autoprotección pero en las que no se escatime a la hora de equipar un tramo si es necesario.

Volem decidir es una joya, como dice Albert, un "must". Un largo de entrada a modo de accésit  te hará calentar o cambiar de planes, al gusto. Luego se empina y cada vez los agarres son más pequeños y la escalada más soberbia, espectacular!! El remate es una tirada con un paso a bloque, en la que no escatimaron medios (dos clavos y un fisurero, para que luego digan aquello de catalanes tacaños), y una fisura de ensueño (6a o menos) que acaba en el cielo.


 Roy comenzando a navegar, L2 de Volem decidir. Se puede observar con claridad meridiana el famoso estrato color vino tinto que raya horizontalmente toda la pared sur del Penyagolosa, curiosidades geológicas!!

Y en los últimos metros de la vía Catalana, un regalo de la naturaleza para el cansado escalador



Como somos unos ansias, y Penyagolosa nos pilla muy lejos, nos metimos en otra vía. Nuestra idea original era otra pero el destino nos llevó a una vía muy emotiva, por lo menos para muchos escaladores tapieros de la zona de Alicante y Murcia. Josemi era un referente por su talante y buen hacer, y junto a su querido Alex, y con otro compañero de la zona, trazaron una nueva vía que con mucho cariño llamaron La Yona, acordándose de su querido Yoni "bigwoli", amigos, y compañeros de escalada, desde pequeños, los famosos orcos yeclanos!! Josemi se quedó con ganas de más y, varios años más tarde, repitió en Penyagolosa. El destino quiso que fuera sólo y poco más puedo contar sin que se me empañen los ojos. Tu sonrisa y tu energía eran demasiado grandes como para que tu ausencia no dejase un hueco tan grande como el mayor de los abismos...

La Yona es, como la anterior, una delicatessen, un "bocato di cardinale". Algo más difícil y más equipada supera casi al recte una zona plagada de vías, por lo que es más que aconsejable GPS (croquis) para una correcta navegación. Comienza suave, con seguros extra que suavizan la escalada. pero se empina y de que manera. Roy vuelve a enseñarme sus armas y encadena el L2 luchando como los grandes gladiadores, un largo cotado de 7b, que bien podría ser 7b+ para muchos e imposible para otros tantos. Luego suaviza y nos deja gustarnos sobre buenos cantos que proporcionan las gustosas fisuras del L3. Por el contrario el siguiente y último largo nos reserva una fisura que de gustosa tiene bien poco. Ese L4 es duro, difícil, antológico, un gran premio para el que logre coronarlo sin reposar (o guarrear). Roy probó la calidad del Alien amarillo, y yo la de mis cuerdas; ahí está, pendiente para nosotros, suspendidos en septiembre, repetiremos curso!!


Roy en el segundo de los largos centrales de La Yona, atrás quedaban las grandes dificultades...o eso creíamos!! 

Y el que ha escrito todo esto en el último largo, recomponiéndose tras haber mordido el polvo en la batalla




Y después de esto Eolo comenzó a soplar, recogimos velas y volvimos a puerto. Nos quedamos con ganas de volver a surcar esos mares mágicos del Maestrazgo.

Saludos y buenas escaladas!!

P.D. para info más técnica y precisa de estas y otras ascensiones dirigirse al fabuloso blog escaladas en Penyagolosa, un cuaderno de viaje imprescindible si queremos conocer a fondo sus vías. Desde aquí dar las gracias a los que hayan hecho posible semejante trabajo de documentación y divulgación!!


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