22 años después... Peñón!!

 Otra escalada, una más, en nuestro querido Peñón. Días antes empezamos a barajar que haremos, el resultado...todas, las queremos hacer todas, pero como hay que elegir una el jefe decide que hagamos una directa, ligera, algo dura y en sombra. Revelación saliendo por Mare Nostrum, esa será nuestra peregrinación dominical.


En el puerto notamos que el ambiente es, para nuestra sorpresa, seco. Vamos a escalar en condiciones normales, increíble para ser verano!


En el pie de vía confirmamos que la roca está perfecta. Pillo apechusques y salgo encendido por el primer largo de Revelación. A punto estoy de dar la campanada pero en el último paso duro acabo acariciando con firmeza la cinta que me asegura. A pesar de ello disfruto como un animal.





Roy me releva y hace el muro de artifo algo lento, eso dice. Yo lo veo subir como un cohete, pero no le voy a llevar la contraria.



Pillo el mando y empalmo el largo del diedrito malasombra con el del murete de los cordinos, son el yin y el yan, por lo menos para mí. El diedrito tiene difícil aseguramiento y algo de roca rara, el murete tiene puentes de roca a prueba de bomba y roca con agarres alucinantes.


A Roy le toca el diedro blanco, hacemos un rato el tonto, nos reímos le pregunto por las vías que nos rodean y, como siempre, nos acordamos de los que ya no están y tanto querían estos sitios tan especiales. Le tira decidido. Parece que se lo conoce, como sube! Y de ahí empalma con Mare Nostrum, haciendo un macro largo con un roce bestial, somos bueyes!





Y para acabar empalmo un largo de transición con la visera final de la Madre Nostrum. Ese largo casi somital es extraordinario, gran desplome con cantos de mano entera y buenos pies. Al final tiene unos pasos más técnicos que, unidos a que ya estoy en pleno concurso de camiseta mojada mezclado con todo el estrés de no ver a mi compi, hacen que vuelva a sobetear otra cinta express. 



Salida de IV+ y para casa. La bajada súper guai, el cupo máximo de visitantes hace que se camine sin los agobios que habíamos sufrido en los últimos tiempos.


Y porque lo de 22 años después? Porque hoy, como un día de hace esa tira de tiempo, coincidí con el jefe por primera vez. Yo iba con Javi F., el con Susana A. Nosotros ya estábamos en la R1 de Nueva Dimensión, nos corrigió la trayectoria y se metió en la Herbes. No me cupo duda de quien era, poca gente se acerca a este lado del Penyal en plena canícula. Luego, al ver la velocidad con la que salía la cuerda del dispositivo de aseguramiento de su compi, lo confirmé. Claro, nos adelantaron y nos sacaron un huevo. Nosotros éramos unos pollos.


Pues eso, 22 años después, igual de inconscientes, y de empeñonados!! Incredíble!!!




Comentarios

  1. Lo mejor de todo que sigáis escalando juntos tanto tiempo después!!!

    ResponderEliminar
  2. Pasarán años, pasarán muchas experiencias pero ahí siguen nuestros cerebros. Me alegro mucho por los dos, me encanta las expresión de acariciar la cinta, je je. El último largo de la Mare Nostrum después de todo lo escalado no es " moco de pavo". A seguir 💪

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares