ESCALADA EN EL CARES. PARÉ ANGOBEYOS. VÍAS WABI-SABI, FAKE, THE BIG BLACK EYES Y EREBOR

Las expectativas antes de conocer esta zona de escala tapiera asturiana eran altas, muy altas. No se porqué esperaba que aquello fuese como un paraíso. Tenía en mente escalar vías buenísimas con el río a mis pies, las fotos que había visto de allí eran muy sugerentes, casi irreales...
 
Portada del libro sobre el Cares y alrededores. Esa foto de Guillem ya motiva para darle caña a la zona

De rebote me puse en contacto con Víctor Sánchez, el principal aperturista de la zona. Iba a estar con la familia por Asturias unos días y tenía que probar suerte. Para mi sorpresa sonó la flauta! Víctor no tenía plan para el finde y me propuso escalar los dos días. No me lo podía creer! Nos conocíamos de un rápido encuentro en el Picu, apenas habíamos cruzado unas palabras. Suficientes cuando uno habla el mismo idioma...

Dios los cría... y ellos se visten con sus mejores galas!

El primer día me dejé llevar totalmente ya que no conocía para nada la pared, lo comprobé al poco de empezar. Aparcamos en Puente Poncebos y rápidamente nos pusimos en marcha. Dejamos a un lado uno de los caminos de montaña más transitados de la península y seguimos a lo nuestro, junto a la ribera del Cares. A los 5 minutos de dejar atrás la civilización empecé a flipar, Angobeyos nos saluda. La pared de Angobeyos en realidad es un muro corrido de más de 2 kilómetros de anchura, con multitud de paredes de diferente tamaño y textura. En ningún sitio se superan los 300 metros ni baja de los 100. Diedros, pilares, placas y muros con chorreras salen a cada paso que das por el sendero, un camino tallado a escasos metros del famoso rio Cares que en algunos puntos, y para algunas vías, hace de R0, un espectáculo! A esa postal se suma la impresionante Aguja Alfonso Martínez, pared que tenemos enfrente y en la que Víctor me describe varias aperturas de las que te ponen los pelos de punta, que suerte escuchar de primera mano esas historias, sueños para otra vida! calidad extrema!! 

Angobeyos! Un autentico Edén para el tapiero!!

Empieza el espectáculo!

El último muro de los que componen la alargada pared de Angobeyu. En este pilar se sitúa el primer objetivo del finde, la WABI-SABI 

Víctor me pregunta si quiero subir agua (y mochila) y le digo que no, somos camellos! Nos preparamos con lo justo y comenzamos a la ligera con una gran clásica de la pared, la WABI-SABI

No confundirse, aquí el concepto de vía clásica lo marca la roca, y esta es vertical y con agarres justos por lo que la dificultad está servida, es una clásica porque está limpia y muy repetida no porque sea fácil. De hecho la WABI-SABI me puso en mi sitio rápidamente, el paso de 7a+ del L4 me dió un buen baño de humildad, acaricié con dulzura la cinta del paso duro; las cotaciones de Víctor no se andan con chiquitas! Leer bien la roca es indispensable, como te dejes algo por tocar te aboca al infierno de lo marmóreo, y salir de lo liso exige ventosas por manos, ojo avizor! La vía es un diez, calidad extrema en todos los largos, con innumerables pasos de apretar y disfrutar a partes iguales. Salgo de allí enamorado, bajo flotando por la senda de la Canal del Escaleru, aquello me recuerda a la canción de Jarabe de Palo, todo me parece bonito.

Arranque bien asegurado, irse al río no es muy difícil, cuidado 

L2, guapísima placa reamatada por un tramo a equipar, al final de la fisura se ve el bloque que arrancó Victor de manera fortuita mientras le grababa Guillem

Escalada en el Cares en su máxima esencia, roca madre, navegación entre seguros por placas imposibles y de compañía el río. L4

Y L5

Para rematar la jornada le dimos a la Fake. Otra joya en la que disfrutar gozando de la roca y sus texturas casi imposibles.  

Hacemos la Fake a velocidad de crucero gozando de la sombra, la dificultad y la ligereza a partes iguales, como nos gusta. Sonrisa de oreja a oreja y empezamos a pensar en el día siguiente.

Fake, L1, otra joya, algo más relajada, en grado, que la WABI-SABI. A destacar las curiosas incrustaciones que ofrece la roca a cada paso.

Placas superiores de la Fake, conviene no confiarse con los sextos!

El plan para el domingo era ir a misa de 12 al Picu. Un suave orbayu al amanecer nos hace decantarnos nuevamente por el Cares, triunfamos como el queso de Cabrales. Le digo a Víctor de intentar escalar en otros sectores de la pared, para no repetir en los de  ayer. Comenzamos con otra de las bestiales, The Big Black Eyes, se me acaban los adjetivos. Comparte muro con WABI-SABI pero sus atributos nada tienen que ver con su vecina.

De esta vía destacar, además de la siempre presente calidad de roca del congosto, la visión de Víctor a la hora de trazar una vía que a priori está colmada de bosques colgantes; perfectamente se podría llamar The Big Surprise... Una sorpresa tras otra te lleva a los largos estrella de la ruta, un impresionante diedro de 50 metros y un muro final que te deja a las puertas del olimpo, por lo menos del olimpo de los caminantes ya que montas la última reu en la mismísima Ruta del Cares.

Arranca la fiesta, inicio común con otra vía de grandes ojos. Cuidado con asegurar anclados a pie de vía!

Magistral diedro del L4. No venirse arriba asegurando si solo llevamos un camalot del 2, hace falta más arriba del diedro

Inesperadas travesías que evitan lo verde y aprovechan el mejor de los calcáreos. Penúltimo largo, antesala del muro somital, guinda del pastel.

Última reu en la mismísima senda del Cares, junto a un árbol fosilizado que sirve de macetero a otro viviente

Nueva bajada por la Canal del Escaleru y nos vamos a rematar el finde, y las puntas de nuestras extremidades, a la última diablura de Víctor, la Erebor

Viote en la que disfruto de una obra magistral (otra más) de la apertura en solitario de mi compañero, no puedo dejar de preguntarle a cada paso que como leches a subido por ahí el solo, abriéndose camino, bestial! Que animal de pared!! 4 largos que nos dejan temblando. Del L2 salgo victorioso, y vacío. Turno para Víctor en el L3, encadena. Subo y no me creo por donde ha subido, nivelazo de séptimo alto, yo me arrastro. Y para acabar el cuarto largo, una tirada en la que terminó de perder la dignidad haciendo triquiñuelas varias para poder subir, que no es poco.

L1 de Erebor, Puxa Asturies!

L2, quemando las últimas balas

Víctor bailando en la entrada a la R2

Espectacular L3!

Flotando en el vacío, mármol puro!

Bes-tial!!

Dos días de escalada-ensueño en un lugar mágico, llamado a convertirse en referente en el panorama internacional de tapia por la cantidad y calidad de rutas que surcan sus paredes, vías muchas de ellas abiertas con sangre fría, y mucho mimo, por mi compañero de esta intensa visita a esta meca asturiana del Cares. Gracias Víctor por semejantes obras de arte y por esos dos días que tan buenas sensaciones me dejaron.



Si os habéis quedado con ganas de conocer un poco más de Víctor, de sus aperturas en solitario y de su zona fetiche no os perdáis el documental que a continuación os enlazo:



Saludos y buenas escaladas!!

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