La primera vez que fui al Benicadell era un niño. De aquellas la pared S era una desconocida en el mundo de la escalada, lo que llamaba del Benicadell (y sigue llamando) al mundillo del "alpinismo" valenciano era la gran cresta E-O que te deposita en la mismísima cumbre de está montaña fronteriza, mítica, llena de misterios e historias. En aquella ocasión aparcamos en la Casa Forestal de la umbría, entramos a media cresta por una canal de la cara N, evitando el largo tramo inicial, zona donde se concentran las mayores dificultades en cuanto a grado. Desde el punto donde empezamos a crestear, hasta la cima, me llevaron como si nos persiguiese el diablo, solo recuerdo la cuerda dándome en la cara y gritos pidiéndome más agilidad. Yo solo veía vacío a ambos lados y mucha cuerda libre que en caso de caída me abocaría, inexorablemente, a esos oscuros avernos que se abrían a ambos lados de mis pies...
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Esa es la cresta principal, vista de principio a fin. De peque le entré por la umbría, por una canal que te ahorra bajar hasta abajo y hacer los primeros largos, más de escalada que de cresta |
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Y aprovecho para colar este croquis. Es de la Arista Sur, la que escala la cresta en la que coronan las vías de escalada. La primera escalada de esta vía es muy de alpinismo romántico ya que se atribuye a Miguel Anta, que la abrió como profesional, ejerciendo de guía de Jaime Lloret |
De aquellas pasaron muchos años hasta que llegó a nuestras manos las 112 Escaladas en la Comunidad Valenciana, una magnífica compilación de vías realizada por Carlos y Rosa entre las que se incluían dos en la extensa muralla sur del Benicadell, la Campurriano y la Pilar's. Repetí con Barri la primera y conocimos, por croquis caseros pasados de extraperlo, otras vías abiertas por el mismo aperturista, Ortiz. Rutas en la que predominaba el artificial de números altos lo cual nos asustaba y provocaba que dejásemos lo de volver para cuando fuésemos mayores. Alguien Voló sobre el Nido del Cuervo, Hale Boop y La Vía de Nico eran esas monstruosidades del mencionado Ortiz, obras maestras escaladas en solitario o junto a otros artistas del bricolaje como el mítico Merino entre otros. Demasiado para nuestras débiles mentes.
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Muchos conocimos el Benicadell gracias a este libro, un librito que se convirtió en nuestro libro de rutas durante mucho tiempo |
Y aquí cuelgo la trilogía artificiera del señor Ortiz. La primera sigue sin repetición conocida... |
Alguien Voló sobre el Nido del Cuervo. Película de culto y vía de templar nervios |
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Tras una reciente repetición de esta vía nació el mito del Último Soldurio, y no me extraña |
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El autor debe ser el único aperturista que ha visto dos cometas durante la apertura de vía. En el Tozal se le cruzó el Hyakutake, aquí en el Benicadell el Hale Boop |
De aquellas hasta hoy han pasado muchos años. Desde aquellas solitarias escaladas, muchas de ellas casi extremas, han ido apareciendo vías más humanas que han situado la extensa muralla en el foco de los circuitos tapieros de Alicante y Valencia. Son muchas las opciones y gracias al propio Ortiz, que se ha tirado al rollo y las ha ido almacenando en su libreta digital, podemos disfrutar de todo el elenco y montarnos nuestras peripecias en esta pared tan insolada, reservada, por ello, principalmente a los meses más frescos.
Todos los croquis en: elcabodelocho!!
Y después de esta somera (o soporífera) intro, llegamos al día de autos, al 11/1/2025. Una jornada histórica para la escalada en el Benicadell. Hace meses que Roy lanzó el guante de hacer allí una de las clásicas quedadas que hacemos desde hace años algunos de los escaladores de pared de la zona, una Kedada con k de kilo que denota lo alternativo del asunto, algo que a los tapieros, algo alejados de lo convencional, nos pone mucho. Una excusa para vernos las caras, sin muchas reglas ni normativas, y quitarle las telarañas a esas rutas que tanto nos molan y que tan poco se escalan. Al final el poder de convocatoria, o la facilidad que le otorga a día de hoy al asunto el uso del WhatsApp, hizo que nos juntásemos casi 25 personas venidas de todos los confines del territorio e incluso una cordada de allende fronteras (Murcia).
Se escalaron las siguientes vías:
- Espolón Tumbadito
- Sur Directa
- Neandertal
- Campurriano
- Mayte Pardalet
- La que Tots Van Veure
- La vía del Kike
- El Último Soldurio
- La Penúltimo Soldurio
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Reparto de rutas en Gaianes |
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El que lanzó la primera piedra de esta Kedada Benicadell 2025 |
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Preparando la foto de grupo |
Nosotros escalamos el Penúltimo Soldurio. Una vía que por motivos personales tenía que ser mi reencuentro con está tapia, un recuerdo a nuestro querido Javi, que junto a Vila abrió este pedazo de ruta que solo tiene dos peros, uno es el trozo final del L1 (roto) y el otro es que es tan sumamente buena que se te hace corta, mucho. Una vía muy buena, con una intrahistoria casi que mejor. Y mejor todavia disfrutarla gracias a uno de los hilarantes textos que nos dejó para la posteridad nuestro querido Javi Mercuri, un gamberro mental que era capaz de darle la vuelta a una tortilla de patata y convertirla en una de espárragos...
[...Javier Martín "Mercuri" en Escaladas en Alicante | 21 abril, 2017
El Penúltimo Soldurio.
Hace casi un año mi amigo Pepe me preguntó si había leído un relato de Jaime Arviza que llevaba por título «El Último Soldurio». No solo no había leído aquel relato, sino que desconocía por completo el significado de la palabra «soldurio». Evidentemente, antes de reconocer mi ignorancia, fingí que me entraba una llamada urgente, eché mano al teléfono y solté algo como –¡Uy!, qué raro que me llame mi jefe ahora-, me separé unos metros de mi interlocutor y me dispuse a bucear en las fuentes del conocimiento wikipédico. En los últimos años he conseguido hacer de este tipo de maniobras un verdadero arte. Y es que Wikipedia es para mí lo que unos anteojos para el miope; el perro lazarillo de un ciego. Para los que apenas tenemos memoria el acceso a Wikipedia es una balsa salvavidas, una herramienta de integración social. -¡Ningún garaje, refugio o caverna sin cobertura 4G!- Para algunos de nosotros, que nos resten cobertura es como si nos arrebatasen las pilas del audífono. El caso es que yo volví a la conversación con mi colega Pepe cargado de datos, referencias y desambiguaciones -Sí, sí… creo haber leido algo sobre esos guerreros de la mitología cántabra.– Limpio. Sutil. Letal.
Cuando llegué a mi casa busqué el mencionado post y lo leí. El relato estaba lleno de contenido, como todos los escritos de Arviza, y en él se homenajeaba a Ortiz, un escalador que vino del Norte en los años 70 y que dedicó buena parte de su actividad deportiva a abrir vías duras y comprometidas en la pared sur del Benicadell. Yo apenas lo conocía, pero había confirmado su talento escalando dos de sus rutas. Al finalizar aquel relato decidí que abriría una vía en su honor.
A Vila le pareció perfecta la idea de realizar nuestro particular homenaje a Ortiz y ambos teníamos muy claro que la mejor manera de hacerlo era respetando el estilo que él defendió durante sus mejores años de aperturas, haciendo buen uso de los clavos y plomos y dejando las expansiones para contadas ocasiones. Pero esa idea solo nos duró un rato. Cuando llegamos a la base de la pared ya se nos había marchitado un poco el valor y decidimos cambiar el estilo heroico por uno más prosaico; no uno en concreto, sino el que fuera que nos permitiera hacer una ascensión disfrutona y en libre, colocando cuantas chapas fueran necesarias. ¡¡Arriba Ortiz!!.
Tras un par de visitas en algo menos de un año, el resultado final es una ruta directa pero que aprovecha diedros, fisuras y líneas de agujeros, con dificultades bastante mantenidas, en los 3 último largos, en torno al 7a. La ruta ha quedado prácticamente equipada, a excepción de la primera tirada. La calidad de la roca es en general bastante buena, a veces excepcional, pero también hay tramos de roca delicada, paradójicamente coincidiendo con las secciones donde no hay expansiones. Más abajo os dejo la reseña.
PD: a los pocos días de terminar nuestra nueva ruta, orgullosos de nuestro ingenioso homenaje, descubrimos a través de un amigo que ese mismo mes se había abierto otra vía en Alicante en homenaje a Ortiz. Tras unas cuantas averiguaciones descubrimos que la ruta en cuestión también se localizaba en la cara sur del Benicadell, a escasos 100 metros a la derecha de la nuestra. Tan solo nos quedaba el consuelo de haber bautizado nuestra creación con un nombre ocurrente, difícilmente superable. Tras unos minutos navegando con mi teléfono móvil, al fin encontré la reseña de esa obra del demonio que me estaba arrebatando el ánimo. La sangre de mi cabeza emigró muy lejos de allí cuando leí las tres palabras que encabezaban ese maldito croquis: El Último Soldurio...]
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Croquis del Penúltimo Soldurio. La solución fue salomónica o, cuando menos, muy práctica y rápida de ejecutar, sobre todo para modificar la reseña que hicieron Javi y Vila |
Y mi visión del asunto después de escalarla:
El L1 es un accésit, un examen de tapia. Si lo apruebas con nota es que sabes moverte en terreno desequipado y roca inquietante. Por tu bien es mejor no suspender.
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L1. Solo se ve lo inquietante, al principio hay unos pasos muy buenos |
El L2 es pura fantasía, sin más. Un desplome de cazo da paso a una placa esculpida que roza la perfección, y que esconde el picante de la vía. Aromas del Rätikon!
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El que escribe bailando en los primeros metros del L2 |
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Bruno haciendo un impresionante deschapaje en ese L2
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Comba, agarre corto y canteo para pies... sonrisa asegurada!! |
El L3 es una maravilla de la geología. Una placa fina y un diedro redondo te deja en una repisa desde la que se ataca unos pasos finales por un filo desplomado a escalar en bavaresa del todo espectacular. Un auténtico escándalo.
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Bruno flotando en L3 |
Y el L4 rebaja intensidad que no belleza. Unos cazos invertidos ayudan a pasar por un sitio en el que los pies van por un espejo en el que casi que se refleja la sonrisa de disfrute que llevas a esas alturas del juego, brutal!
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La cordada después de escalar la vía, a punto de liarla por no montar rápel en la R3. Muy mala idea la de apurar cuerdas y tirar hasta la R2. |
Una vez arriba se puede bajar andando o rapelando. Si optamos por esta opción es muy aconsejable rapelar de la R4 a la 3. Ir directamente a la R2 es muy apetecible si llevamos cuerdas dobles pero te aboca al fracaso (enganche de cuerdas). De la R3 a la 2 y de ahí al suelo contando con destrepar un poco ya que habrá unos 65 metros. Usamos micros y friends hasta el 1. Y fisureros. Grado amable y equipamiento justo y necesario, no sobra nada de nada.
Día maravilloso que acabamos en un restaurante del cercano pueblo de Gaianes. Ahí pudimos disfrutar de la cocina del Comtat y departir sobre las escaladas realizadas y las que están por venir.
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De lo bueno lo mejor! |
Kedada Benicadell 2025 es historia; dejo algunas bellas imágenes del evento...
Larga vida a la tapia! Buenas escaladas!!
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